Empieza la cuenta atrás. Época de valoraciones, balances y nuevos propósitos. A mí 2012 me ha enseñado su cara más bonita y la más amarga y aún estoy tratando de llegar a una conclusión sobre cuál pesa más. Además, no he cumplido ni uno solo de mis propósitos de 2012, así que no le voy a mentir al 2013. Nada de falsas promesas que nunca llegarán a cumplirse. Nunca más.
Empiezo nuestra historia juntos sin ganas, sin muchas esperanzas de futuro, con la horrible incertidumbre de no saber dónde voy a acabar el final de nuestra relación. Empiezo sin paso firme, sin ningún tipo de herramienta de seguridad, al desnudo y llena de moratones y heridas mal cicatrizadas. Empiezo sobreviviendo, porque no termino de recordar cómo debía ser vivir. Empiezo bipolar, con millones de preguntas y sentimientos por resolver. Pero empiezo, porque así es la vida, dicen que "el mundo no tiene la delicadeza de pedir perdón por echarnos a un lado de malas maneras para seguir su camino".
Y lo confieso, estoy acojonada.Pero me dejaré llevar por el mundo, sus vueltas, y sus idas y venidas. Y ya veremos dónde y cómo acabamos. Lo bueno de tener pocas expectativas es que nunca podrán decepcionarte. Que de eso ya hemos tenido suficiente.
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