AGOSTO

¿No te da la sensación de que todo va demasiado deprisa? Hace no mucho tiempo estabas en este mismo sitio preocupada por todo lo que iba a venir, asustada y bloqueada; y ahora vuelves a estar aquí, observando cómo los momentos se van sucediendo unos detrás de otros sin poder siquiera intervenir, porque para cuando quieres hacerlo y te ves capaz de empezar a moverte, ¡zas!, ya se te ha escapado otra vez.

ME VOY PARA VOLVER

El ambiente cada vez está más cargado.
Quizás por eso esta vez me cueste menos la idea de marcharme a 14.000 km de aquí.
Allí no hay gritos, no hay malas palabras, no hay peleas...
Todo está tan lejos que se ve distinto, como más pequeño.
Lo curioso es que ciertas personas se hacen más grandes allí.
Quizás ocupen los huecos que han dejado los problemas.
La cuestión es que huyo; me voy.
Suele ser al revés, yo permanezco y los demás huyen. Pero esta vez no.
Me voy muy lejos, consciente de que ciertas personas se harán grandes y ciertos problemas pequeños.
Volveré más yo y menos caos andante, más descansada para todo lo que vendrá.
Un paso más en mi tormenta de arena.
Me voy para volver.