SIMPLE FEELINGS

Así, fácil. De "lo que ves es lo que hay". Sentiré que te echo de menos y te lo diré todas las veces que haga falta, seguramente hasta que la sensación se esfume porque llevo horas hablando contigo. Si siento que me agobio y que necesito un poco de tiempo para mí, te lo diré también, y tu me cantarás desde lejos y me mirarás de reojo para saber si ya tienes permiso para volver a acercarte. Puedo decirte por qué me pondría a llorar ahora mismo y por qué, por el contrario, me estoy riendo. Sabes que solo te diré que me encantaría abrazarte cuando realmente sea lo que más me apetezca, cuando lo necesite; y sabes que solo te escribiré cuando el mundo se me caiga encima y quiera salir corriendo, porque tu me frenarás con un "no es el momento" y me volveré más valiente.

El resto del tiempo yo haré mi vida al margen de todo esto, y tú harás lo mismo; quizás nos comuniquemos por medio de canciones escogidas al azar que nos contarán que seguimos aquí, que la vida ha continuado, que nos levantamos cada mañana y damos un paso más... cada una en una dirección, en una parte del mundo.

UN DÍA DE ESOS

Hoy tengo un día de esos majaderos
Que me cae mal to’ el mundo
Y que lloro porque quiero
Que el desorden me acompaña
Que el descuido me amenaza
Que me arrimo a la nevera
Y no me apetece nada de nada...


De los que, para cuando te quieres dar cuenta, cada vez que abres la boca no es para nada bueno.

FRÁGILES (CULPABILIDAD)

"¿Por qué nos sentimos culpables? En la mayoría de los casos todo parte de una mentira; en otros es consecuencia de nuestras malas acciones; y una vez que se instala es, de lejos, una de las emociones que despilfarra mayor cantidad de energía emocional. Primero porque te inmoviliza en el presente por algo que ya pasó, y segundo porque no existe culpabilidad, por grande que sea, capaz de cambiar el pasado.

Las malas acciones que cometemos casi nunca quedan impunes, sobre todo porque después de cada una de ellas aparece la sombra de la culpa. Aunque la culpa también tiene sus ventajas... se puede convertir en una excelente manera de no afrontar el presente, o de ganarse la compasión de los que te rodean. Aún así no es un sentimiento agradable; por eso, cuando alguien nos pide algo que no queremos hacer, dudamos antes de negarnos, porque tememos experimentar ese terrible sentimiento. Y cuando nos liberamos de ella nos permite volver a ser quien realmente eramos."

De tener la sensación de que has desperdiciado cinco años de tu vida en algo para lo que no sirves...

FRÁGILES (MIEDOS)

"Nos pasamos la vida intentando luchar contra nuestros miedos, y nos emocionamos al ver cómo algunos le ganan alguna que otra batalla. Otras veces nos acercamos a él de puntillas esperando que siga dormido, que no se despierte. Por desgracia, la vida nos demuestra que nuestros miedos casi siempre están relacionados y que siempre que vencemos uno, aparece otro en su lugar.

Pero no nos engañemos, si vivimos con miedo es porque nos es útil, porque nos avisa del peligro. Aunque, por desgracia, el precio a pagar en ocasiones es demasiado alto. "

FRÁGILES (EL FUTURO)

"El futuro nunca deja de zarandearnos con sorpresas inesperadas que nos rompen los esquemas, nos hacen plantearnos todo lo que sabemos; nunca deja de asombrarnos con nuevas oportunidades para tomarle el pulso a nuestro espíritu de superación; nunca deja de poner a prueba nuestra capacidad de plantar batalla, de volver a empezar una y otra vez desde la calle de salida. Nunca deja de demostrarnos que por mucho que intentemos controlarlo, el futuro es impredecible. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que todos avanzamos a un ritmo de sesenta minutos por hora. Hagas lo que hagas, seas quien seas, da igual los errores que hayas cometido en el pasado o cuantas veces hayas pedido perdón. Todos avanzamos por el mismo camino, y me consuela pensar que en este viaje podemos dejar atrás los tropiezos, las curvas, las caídas... Y mientras vamos tirando, podemos trazar nuestra propia ruta y plantarle cara al futuro... es la única manera que se me ocurre de dominarlo."

YOU RAISE ME UP

VOLVER A EMPEZAR... OTRA VEZ

Hace un rato alguien me decía que septiembre era el peor mes del año, que se hacía imposible de soportar con todas las idas y venidas, las subidas, las bajadas, los reencuentros y las despedidas. Para mi septiembre siempre ha sido el principio. Es como si en agosto se acabara el año y tuvieras que empezar a reorganizar tu vida, a replantearte por dónde vas, adónde pretendes llegar y si estás siguiendo el camino adecuado. Sin embargo, este año se va a retrasar un poco el proceso; todo está en el aire, y es complicado pararse a pensar.

Así que este año cambiaremos de estrategia: daremos un paso un día, dos al siguiente, quizás un salto después... y seguramente tendremos que retroceder un poco más adelante. La prioridad esta vez es simple; no perder el equilibrio.