X

A ella le diría que ha empezado el mes al que, hace años, llamábamos el de las cruces o las X. Todos los momentos y sucesos especiales tendían a acumularse en el mes en que nació. Era divertido ver las X en su agenda siempre garabateada por letras de canciones y poesías que trataban de decirle a ella misma lo que fuera que le rondara por la cabeza. En eso, siempre fuimos iguales. Las palabras para describirnos y entendernos siempre eran prestadas, nunca propias.

A él le diría que hiciera todo lo necesario porque su otra mitad se olvidara de los méritos. Nosotros fuimos sustituidos por otros y nuestro recuerdo nunca será lo que en realidad fue. Nos hace gracia que, después de seis años, vayas a recibir el peor regalo que podías imaginar por aquel entonces. Seguramente a ella le sonrías y le des las gracias cuando te lo de, aunque en el fondo quizás pienses "payasos, os habéis dejado convencer"