viernes, 20 de enero de 2012

DE PERSONAS Y MÁSCARAS. FUNCIONES TEATRALES.

La palabra persona proviene del término griego "prósopon" y hacía referencia a las máscaras que utilizaban los actores en las representaciones teatrales. Generalmente, estas máscaras estaban en concordancia con los papeles o roles que representaba cada actor. Por tanto, el término "persona" se asocia al papel que cada uno desempeñamos en nuestra vida, por el cual nos identificamos a nosotros mismos y nos identifican los demás.

Ahora bien, ¿qué ocurre con aquellas personas que, a lo largo de la función, resultan tener una máscara de repuesto, un papel alternativo? Todos tenemos una máscara más vulnerable, más cercana y más real, aquella que deja ver las cicatrices y las imperfecciones de cada uno; pero también tenemos otra que trata de tapar las carencias de la primera, la que hace que la trama se complique cada vez más. Hay personas que las combinan, encuentran el equilibro entre la bulneravilidad y la fortaleza, no necesitan ir cambiando de máscara, no necesitan ensayos. Otras, sin embargo, no dejan de cambiarlas ante ciertas situaciones, resultando contradictorias, destacando la necesidad de hacer múltiples ensayos para tratar de combinarlas, de encontrar ese equilibrio.

"¿Has tenido alguna vez el papel principal en una función, un solo en un recital? Todos los ojos sobre ti, esperando que hagas lo que han venido a ver. Sintiendo la increíble presión de actuar. Practicaremos y practicaremos hasta el momento en que salga bien. Desafortunadamente, cada día de nuestra vida forma parte de la función. Parece que incluso cuando tenemos la oportunidad de practicar y hacer ensayos... nunca estamos preparados para los grandes momentos de la vida."

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