viernes, 1 de junio de 2012

MI PEQUEÑA TORMENTA DE ARENA

Este sitio necesita un cambio radical, agoniza por abandono.Ya no desprende ni un poquito de luz, mi tormenta de arena, y así es mucho más difícil encontrar el camino para salir de ella (o para vivir en ella). Quizás no tendría que haber empezado siendo tan gris, pero cuando la arena te ataca con fuerza, lo único que puedes hacer es cerrar los ojos y aguantar como cada grano te pincha la piel como si se trataran de agujas. Alguien dijo una vez que si no se cierran bien los ojos muchas cosas no se ven; pero es que yo, aquí, en medio de mi tormenta, con los ojos cerrados, no veo nada. Aún así, el aire ha cambiado, ya no golpea con tanta fuerza, y la piel se ha acostumbrado a los pinchazos. Quizás haya llegado el momento de abrir los ojos y...


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